Comer de manera sana y balanceada es esencial en todas las etapas de la vida, pero ahora, es aún más importante para obtener los nutrientes que se necesitan. Una dieta balanceada debe incluir todos lo macronutrientes, carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua. Una buena alimentación aporta energía y ayuda a controlar su peso, también ayuda a prevenir enfermedades como osteoporosis, hipertensión arterial, enfermedades del corazón, diabetes tipo 2, y algunos tipos de cáncer.
A medida que se envejece, el cuerpo cambia, y cambian las necesidades alimenticias para mantener la salud. Aquí ofrecemos algunas recomendaciones que aseguran una dieta saludable:
Comer alimentos que tengan muchos nutrientes y pocas calorías, como frutas y vegetales, granos integrales como avena, pan integral y arroz integral. Lácteos descremados y bajos en calorías. Pescados, mariscos, carnes magras, aves y huevos, habichuelas, nueces y semillas.
Evitar calorías vacías: Alimentos que tienen muchas calorías, pero pocos nutrientes, como fritos, dulces, bebidas azucaradas y alcohol.
Elegir alimentos bajos en colesterol y grasas.
Mantenerse hidratado.
En ocasiones, se tienen limitaciones alimenticias por otros problemas de salud, es muy importante seguir las recomendaciones del médico al pie de la letra, esto evitará complicaciones digestivas. Además, si se tiene dificultad para consumir alimentos, se puede suplementar la dieta con bebidas vitamínicas que complementen la alimentación, todo esto recetado por un especialista.
En esta etapa, es común que algunos adultos no sientan hambre, pues por condiciones fisiológicas pierden el apetito, es por esto que muchos de ellos comienzan a perder peso rápidamente. Hay que tener extra cuidado con estas situaciones, pues las deficiencias nutricionales conllevan a otras enfermedades y el deterioro de la salud. Los alimentos deben ser atractivos para ellos, pues al perder la capacidad de las papilas gustativas, las comidas pueden saber un poco simples.
Una buena alimentación puede prevenir la osteoporosis, anemia, enfermedades cardiovasculares, y mantener los niveles de sangre y triglicéridos en rangos normales. Alimentarse bien permite a los adultos estar sanos y vivir mejor, gracias a ellos el cuerpo funciona bien y crea los mecanismos para defenderse de las enfermedades.
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