Porque cuando hablamos de la “Felicidad”, hacemos una recapitulación del día a día para analizar las experiencias vividas y según ellas, sentirnos con altos niveles de satisfacción, o por el contrario, un poco bajos de ánimo. Lo cierto es que, aunque sea ésta una exteriorización de situaciones que nos acompañan a lo largo de la vida, también corresponde a un proceso químico que surge desde el interior mismo del ser humano.
¿Alguna vez has escuchado hablar sobre la hormona de la felicidad en la mujer? Sigue leyendo este artículo y descubre todo sobre este maravilloso tema.
¿Qué es la felicidad químicamente hablando?
Existen cuatro químicos naturales producidos por el cerebro capaces de estimular y regular una emoción positiva en el organismo, que también influyen en la forma en la que pensamos y actuamos en la cotidianidad. Se trata de cuatro hormonas conocidas como dopamina, oxitocina, serotonina y endorfina, que, a través de su liberación, aumentan los niveles de bienestar y la sensación de placer de cada individuo. ¡Sí! Seguramente, ya habrás oído mencionar algo sobre éste cuarteto de la felicidad, pero en TENA queremos contarte de qué manera podrás sacarle todo el provecho.
Dopamina
Constituye ese primer ingrediente para la felicidad. La dopamina es conocida como la hormona del bienestar y está directamente relacionada con el sistema de recompensa del cerebro. Esto quiere decir que, solemos liberarla en grandes cantidades, ante acciones que nos acercan al cumplimiento de una necesidad, un objetivo o una meta determinada. Como cuando compartes tus logros con alguien más, cuando terminas de preparar una receta fascinante o cuando te sientes satisfecho de haber cumplido con tu rutina de cardio en el día.
Oxitocina
El contacto físico, un abrazo inesperado, acariciar a tu mascota, dar un obsequio a alguien que amas, son formas únicas de liberar oxitocina: la hormona del amor. Ésta es la encargada de fortalecer los lazos afectivos, aumentar la líbido y reducir en gran medida, el estrés del día a día.
Cuando se tienen relaciones sexuales, se liberan grandes cantidades de oxitocina en el cerebro, lo que provoca un aumento del placer, permitiendo alcanzar un grado máximo de confianza e intimidad en pareja.
Serotonina
Tanto los intestinos como el cerebro, se encargan de producir serotonina. Ésta hormona trabaja en función del equilibrio emocional, por ende mantener una rutina alejada del estrés, con las horas de descanso adecuadas y con hábitos saludables, son garantía de mantener activa su producción en el organismo. También, se necesita de un componente llamado triptófano para promover la liberación de serotonina; éste se obtiene al ingerir determinados alimentos como huevos, lácteos, arroz, pastas, cereales, entre otros.
El triptófano también es conocido como el precursor de la melatonina, hormona que influye en el ciclo del sueño y la vitamina B3, que se encarga de transformar los alimentos en energía.
Endorfina
Analgésicas por naturaleza. Éstas hormonas son producidas por el cerebro ante una alerta de dolor físico, como esa sensación post-entreno o incluso, postquirúrgica, brindando un efecto similar a los fármacos opioides, entre ellos, la morfina. Además de generar una sensación de alivio, las endorfinas se encargan de reducir el estrés, promover la calma y potenciar algunos procesos inmunológicos. Su producción puede aumentar con el consumo de proteínas como carnes, pescados y pollo.
¿Cómo activar estas hormonas de la felicidad?
Todos, absolutamente todos, experimentamos diferentes niveles de producción de cada una de éstas hormonas. Esto también depende de la manera en la que activemos el botón de la felicidad y aquellas sustancias decidan liberarse como las mismas hojas al viento, llevando al cerebro a un nivel de alegría, calma y completa satisfacción.
Estas son algunas actividades que puedes realizar para que el cuarteto de la felicidad te acompañe cada día:
Hacer actividad física o algún deporte con frecuencia
Meditar todos los días
Se agradecido
Disfrutar de un antojo, de vez en cuando
Practicar algún hobbie, como tocar un instrumento, leer, escribir, realizar manualidades, entre otros
Acariciar o jugar con tu mascota
Planear una salida con tu amigos/as
Bailar y cantar
Dormir entre 7 u 8 horas al día
Cumplir hábitos alimenticios saludables
Y en las mujeres... ¿Tenemos alguna adicional?
En el caso de las mujeres, por supuesto que tenemos hormonas que nos hacen diferentes a los hombres. Éstas constituyen los estrógenos y la progesterona, dos sustancias químicas producidas en los ovarios y que juegan un papel fundamental en el desarrollo de toda mujer, desde su paso por la pubertad; en la cual comienzan a producirse en mayor cantidad; hasta la llegada de la menopausia.
Ambas son las responsables de diferentes procesos reproductivos como el ciclo menstrual femenino, la implantación del embrión, el embarazo y el parto; así como de cambios físicos comunes que suceden durante la adolescencia.
¿Cómo se relacionan los estrógenos con el estado de ánimo?
Un desequilibrio hormonal entre estrógenos y progesterona, es la definición correcta de transitar toda una montaña rusa de sensaciones, pensamientos y emociones. Por esta razón, muchas mujeres durante ciertos periodos de su ciclo menstrual llegan a experimentar alteraciones de tipo emocional tales como sensibilidad, estrés, ansiedad, irritabilidad; y físicas, como dolores de cabeza, cambios en la piel, variaciones en el peso, entre otras. Esto también ocurre al llegar la menopausia, etapa en la que desciende la cantidad de estrógenos.
Si bien, aún no conocemos un manual de instrucciones para construir la felicidad, sabemos que el vivir el presente es el primer paso para lograr dicho cometido. Así que permítete sentir cada emoción, hacer las cosas que más te gustan, regalar sonrisas a donde vayas y con ello, activar la química hormonal que aguarda dentro de ti.
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