¿Qué es la parálisis del sueño? Todo lo que debes saber

Aunque en la vida los puntos intermedios parecen ser la mejor opción, no siempre es así. La parálisis del sueño o parasomnia, es ese punto medio entre el sueño y la vigilia. Es decir, cuando estamos “entre dormidos”, en el que nuestra mente aún no entra a un estado profundo de desconexión, pero el cuerpo ya no está activo; algo así como si estuviéramos paralizados temporalmente. Este estado solo dura algunos minutos o incluso segundos, ¡por fortuna! Aunque la sensación puede ser tan incómoda que pareciera que el tiempo se alarga.

Causas de la parálisis del sueño

Aunque aún no se ha logrado identificar una causa contundente y específica que desencadene la parálisis del sueño, se cree que hay diferentes factores que sí pueden intervenir en que suceda y a los que hay que prestarles atención, o de entrada, si eres una persona que ya vive este tipo de episodios de parálisis del sueño constantemente, evita:

Desincronización de los ciclos del sueño: Es común que entremos en una pequeña parálisis cuando estamos entre el sueño ligero y el sueño profundo, esto para evitar que actuemos lo que estamos soñando, pero si experimentamos alguna interrupción en este proceso, puede ser que nuestra mente se despierte y nuestro cuerpo no, generando una parálisis del sueño.
Falta de sueño: Los hábitos irregulares de sueño o la privación del mismo hacen que la probabilidad de sufrir parálisis aumente.
Estrés acumulado: Irse a la cama con la cabeza cargada de preocupaciones afecta negativamente la calidad del sueño, por lo que hace que un episodio de parálisis del sueño sea mucho más factible.
Trastornos del sueño: Ciertos trastornos que afectan el sueño, como la narcolepsia, que hace que se experimente somnolencia durante el día, pueden estar asociados con estos episodios.
Genética: Si tus padres o abuelos experimentan de manera constante la parálisis del sueño, tú también lo hagas.
Consumo de sustancias: Algunas drogas alucinógenas o el consumo de ciertos medicamentos, aumentan el riesgo de sufrir parálisis.
Cambios abruptos en patrones del sueño: Cuando cambias de manera repentina tus horarios y ciclos del sueño, como por ejemplo experimentar un jet lag (cambio de horarios del sueño por viajes en avión), se pueden desencadenar este tipo de episodios de parálisis al dormir.
Ciertas condiciones neurológicas: En algunos casos ciertas enfermedades o condiciones neurológicas influyen. Esto puede ser solo determinado por un profesional en la salud.

Tipos de parálisis del sueño

Aunque pareciera que la parálisis del sueño es simplemente la imposibilidad de mover el cuerpo mientras la mente está consciente, cada persona la puede experimentar de una manera diferente; pero es de recalcar que, independiente del tipo de parálisis que se viva, esta es una condición que no genera daños físicos.

Parálisis del sueño aislada: Este tipo de parálisis se da de manera esporádica y aislada; no se encuentra una relación causal específica y puede aparecer en cualquier momento.
Parálisis del sueño recurrente: Si estos episodios se presentan de manera muy frecuente, puede ser que estén relacionados con trastornos crónicos del sueño.
Parálisis y alucinación: Este tipo de parálisis se refiere a que, durante el momento de inmovilidad las personas pueden llegar a experimentar alucinaciones derivadas de un miedo extremo, viendo, escuchando, e incluso sintiendo cosas que no están sucediendo

¿Cómo se siente tener una parálisis del sueño?

¡Todos somos mundos diferentes! Por lo que, de una persona a otra, las sensaciones de una parálisis del sueño pueden variar; pero comúnmente y como descripción general, experimentarla se puede sentir así:

Incapacidad para moverse.
Sensación de presión en el pecho.
Miedo intenso.
Sensación de impotencia.
Confusión.

Las fases del sueño y su relación con la parálisis del sueño

Entendamos primero cómo funcionan las fases del sueño para que comprendamos su estrecha relación con la parálisis del sueño.

Los seres humanos experimentamos el sueño MOR (Movimientos Oculares Rápidos) y la fase de sueño No MOR.

Durante la primera (No MOR) se atraviesan 3 momentos:
1. Transición entre la vigilia y el sueño: Aquí es donde empezamos a estar adormecidos, la actividad cerebral disminuye y los músculos comienzan a relajarse.
2. Preparación para el sueño profundo: Aquí la actividad cerebral se regula y el cuerpo empieza a presentar más movimiento.
3. Sueño profundo: Es el momento en el que es más difícil despertar a alguien, porque aquí se da la reparación física y celular.
Durante la segunda (MOR) la actividad cerebral aumenta y es el momento en el que tenemos sueños vívidos y el cuerpo está paralizado para evitar que los actuemos.

El momento en el que suelen aparecer las parálisis del sueño MOR y el sueño No MOR, que es cuando el cuerpo se paraliza, pero por algún motivo la mente se despierta y está activa.

Tratamiento para la parálisis del sueño

El tratamiento puede depender de las causas por las que se causa la parálisis en cada persona, pero generalmente los profesionales dan las siguientes recomendaciones:

Mejorar la higiene del sueño: La parasomnia suele darse por la falta de sueño o una mala higiene del mismo, por lo que la recomendación principal es tener un horario específico para acostarse y levantarse, procurando dormir entre 7 y 8 horas diarias si se es un adulto. Además, generar un ambiente cómodo y tranquilo en la habitación en la que se duerme y evitar la exposición a la luz de aparatos electrónicos antes de ir a la cama.
Cambiar la posición al dormir: Algunos estudios demuestran que la parálisis del sueño se suele dar cuando las personas duermen boca arriba, por lo que se recomienda evitar esta posición.
Medicamentos de apoyo: Si la parálisis se da por enfermedades neurológicas u otras patologías como la narcolepsia, un médico especializado en el tema podría recetar medicamentos adecuados para tratarlo.

Haz lo necesario para que tus noches sean un momento seguro y mucho más ameno. Puedes ayudarte implementando una rutina que le comunique a tu cuerpo que es momento de ir a la cama, como tomar un té, darte una ducha caliente y leer un poco.

Además, asegúrate de que no tendrás interrupciones en el sueño durante la noche; en TENA te acompañamos en este proceso y te recomendamos usar nuestros TENA Pants, que te mantendrán muy seguro y protegido durante toda la noche para que puedas alcanzar un sueño profundo sin preocuparte de cualquier escape de orina.