En nuestro viaje a través de la vida, nos vamos a encontrar con diferentes desafíos que nos retarán, pero que también nos enseñarán y nos acercarán cada vez más haciendo nuestro autoconocimiento. Uno de esos desafíos puede ser la hipersomnia, un trastorno del sueño que, aunque suena extraño y poco común, ¡se puede presentar en cualquiera!
Quizá este es un tema que te cause mucha curiosidad y del que quieres aprender, ya sea porque lo estés experimentando, o porque lo escuchaste de alguien cercano; si es así, ¡llegaste al lugar correcto! Aquí hablaremos sobre lo que es la hipersomnia, sus síntomas, causas, diagnóstico y tratamiento, para que juntos comprendamos mejor su desarrollo y así todos cuidemos de nuestra salud y bienestar.
¿Qué es la hipersomnia?
La hipersomnia es un trastorno del sueño caracterizado por una somnolencia excesiva durante el día, lo que podría generar largos periodos de sueño.
Quienes padecen de hipersomnia tienen dificultad para mantenerse despiertos y alerta durante el día, incluso después de una noche de sueño aparentemente reparador; diferente a la narcolepsia, donde las personas experimentan episodios repentinos de sueño durante el día.
Síntomas de la hipersomnia
Como con todo en la vida, los síntomas de la hipersomnia pueden variar de persona a persona, pero hay algunos generales y comunes que necesitamos tener en cuenta:
Somnolencia excesiva durante el día, independientemente de cuánto tiempo se descanse en la noche.
Dificultad para concentrarse y recordar.
Sensación de letargo y fatiga constante.
Dificultad para despertarse por la mañana, incluso después de dormir lo suficiente.
Necesidad recurrente de tomar siestas durante el día.
Cuando estos síntomas empiezan a interferir significativamente con las actividades diarias y a tener un impacto negativo en la calidad de vida, ¡es hora de ir a consultar!
¿Cuáles son las causas de hipersomnia?
La hipersomnia puede ser causada por diferentes factores, que pueden ir desde condiciones médicas heredadas o adquiridas, hasta hábitos de sueño poco saludables. Algunas de las causas más comunes incluyen:
Trastornos del sueño: la apnea del sueño, el síndrome de piernas inquietas o un sueño ligero son solo algunos ejemplos de trastornos del sueño que pueden contribuir a la hipersomnia.
Condiciones médicas: enfermedades como la depresión, la fibromialgia, la diabetes y la enfermedad de Parkinson pueden estar asociadas con la hipersomnia.
Medicamentos: algunos medicamentos, como los antidepresivos, los antihistamínicos (medicamentos contras las alergias que pueden causar somnolencia) y los tranquilizantes, suelen ser causantes de sueño durante el día.
Factores genéticos: como muchas de las condiciones médicas, la hipersomnia puede ser heredada, lo que significa que algunas personas pueden ser más propensas a desarrollar este trastorno si tienen antecedentes familiares.
Estilo de vida: el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, la falta de ejercicio regular y una dieta poco saludable pueden contribuir a problemas de sueño.
Es importante tener en cuenta que la hipersomnia puede presentarse de dos maneras diferentes:
Primaria: sin una causa aparentemente identificable.
Secundaria: como resultado de otra condición médica.
¿Cómo se diagnostica la hipersomnia?
Diagnosticar la hipersomnia puede ser un desafío, ya que muchos de sus síntomas son similares a los de otros trastornos del sueño y condiciones médicas como la narcolepsia. Sin embargo, un médico especialista en trastornos podrá analizar, de manera particular, cuál es la condición que se presenta teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
Revisión del historial médico y familiar.
Examen físico para detectar el problema de fondo y así descartar otras condiciones médicas.
Pruebas de sueño, como una polisomnografía nocturna (que registrará tu frecuencia cardiaca y respiración mientras duermes) o una prueba de latencia múltiple del sueño durante el día, para evaluar la calidad y la cantidad de sueño.
¡La honestidad es la clave! Es muy importante contarle al médico de manera detallada cuáles son los síntomas y responder con detalle a todas las preguntas que te haga, para que logre dar un diagnóstico con mayor exactitud.
Tratamientos para la hipersomnia
El tratamiento para la hipersomnia se puede ver en cada persona de una manera muy diferente, porque todo va a depender de la causa de fondo que está generando el problema. Los tratamientos pueden incluir algunos cambios en el estilo de vida, terapia conductual y medicamentos, como:
Establecer una rutina de sueño regular: ir a la cama y levantarse a la misma hora todos los días puede ayudar a regular el ciclo de sueño-vigilia y así mejorar la calidad del sueño.
Evitar la cafeína y otros estimulantes: si ya tienes antecedentes de base que te indiquen que no estás teniendo un descanso reparador, lo ideal sería limitar la ingesta de cafeína y otros estimulantes, especialmente por la tarde y la noche, porque estos podrían estar afectando la calidad del sueño.
Terapia cognitivo-conductual: esta es una forma de terapia que te ayuda a ser más consciente de tus pensamientos y te trae a un estado presente que favorece la comprensión de los problemas de base o de fondo, porque los componentes emocionales y psicológicos también pueden estar ligados con la hipersomnia.
Medicamentos recetados por un profesional: en algunos casos, los medicamentos recetados como los estimulantes o los medicamentos que mejoran la calidad del sueño, pueden ser útiles para tratar la hipersomnia.
Este es un camino de aprendizaje, autoexploración y, sin duda, mucho autoconocimiento. El primer paso es tener la voluntad de implementar cambios que favorezcan tu bienestar.
Si estás en el proceso de mejorar tu vida y tu calidad del sueño, te recomendamos asistir donde un profesional de la salud que te oriente en tu caso específico, y también, usar los TENA Pants, que serán indispensables para que te sientas seguro y confiado durante la noche, impidiendo que tu sueño se vea interrumpido por la incontinencia urinaria.
Fuentes
Dirigido a:
HOMBRES
MUJERES
CUIDADORES
Comentarios